En esta ocasión terminamos la semana con Cristina y Jairo.
Él nos recibió serio, nervioso, preocupado de que todo saliera perfecto en su día, y salió más que perfecto...hasta el perro iba de etiqueta, ¿puede salir mal una boda que empieza así?




Ella, también nerviosa, pero sonriente desde el primer momento. Se dice que el día de tu boda es el más feliz, o de los más importantes de tu vida. Cristina no podía disimularlo. Además tenía una sorpresa preparada...





...y hasta el novio se llevó la sorpresa con su llegada. ¿No os parece de lo más original?






Pero con los caballos no acabó todo...también la salida tras la ceremonia fue de lo más bonita, y además nos encantan los novios que se atreven con todo...

...con todo todo...

Y durante la sesión, ya más relajados todos, disfrutamos de sus miradas cómplices, gestos espontáneos...









Y como siempre, terminamos brindando por ellos, por el gran día y sobre todo, por dejarnos compartirlo con ellos

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